Siguiendo con el libro “amar lo que es”, de Byron
Kate, el paso 2 y 3, sería:
2. Haz una indagación a través de
cuatro preguntas claves:
- ¿Es eso verdad? ¿Es verdad que miente? Hazte la pregunta y
espera con calma…a que llegue la respuesta: Si
- ¿Tienes absoluta certeza? Hazte la pregunta y espera con calma…a que llegue la respuesta: Estoy absolutamente convencida de que miente.
-¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento? Hazte la
pregunta y espera con calma…a que llegue la respuesta: Me enfado, me dedico a
comprobar hasta donde ha mentido, le regaño, le castigo.
-¿Quién serías sin ese pensamiento? Hazte la pregunta y espera
con calma…a que llegue la respuesta: Una madre más alegre, más confiada, más
tranquila.
3. Haz una inversión:
En lugar de la expresión “no me gusta mi hijo porque me
miente”, se podría transformar cambiando el nombre del sujeto, “yo miento a mi
hijo”, tiene valor para ti esa afirmación? Tú mientes a tu hijo? Busca otros
ejemplos de cuando mientes.
Otra inversión podría ser, “no me gusto a mi misma porque
miento a mi hijo”, tiene valor para ti esa afirmación?
Cuando estás pendiente de que está mintiéndote tu hijo, te
estás mintiendo tú también a ti misma? Pones en espera tu vida “no me gusto a
mi misma porque me miento”
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